martes, 26 de enero de 2010

UNA CONVERSASION



Dios con letra
o con sangre de idiota,
condición que afirma
con goce de enferma.

Bajo versos del verbo
se juzga y se juega
la vida y la muerte
del hombre y su Dios.

Oh Señor, quita de nosotros tus hijos el manto de ignorancia que cubren nuestros ojos; que la luz abrigue nuestra vista y las mentiras que escupen nuestras lenguas se ahoguen en mares de silencio, que los arranques de tortura por sostener la mirada hereje, se sepulten junto con los chillidos concebidos por la envidia, los celos, la lujuria y el odio, que sean cegados ante tu mano piadosa.

Oh Dios si en verdad existieras, si hoy existieras, y de ser así, ¿que sería de ti? Un asiático, un afroamericano, un socialista republicano, tal vez pasarías de carpintero a albañil o arquitecto. Si hoy existieras y fueras Dios serias todo menos lo que de ti esperan, siempre te ha gustado ir en contra de las tendencias, la resistencia es lo tuyo. Oh Dios mío, tu serias la mujer de Benedetti, tal vez serias indígena del monte donde solo interesa la tirolesa, o tal vez serias una jotita del centro comercial. Mi Dios tan pobre, marginado, discriminado, siempre buscando ser martir, intentando pasar inadvertido para resaltar mas. Quién te hiciera tan histérico y tan masoquista.

Y aun así ya fueras juzgado por la mano del hombre, evaluado y etiquetado por delirios de grandeza, de enfermo no pasarías mas que al diván y al balcón. Al menos ya no serías crucificado solo te pondrían en un asilo mental. Gracias a Nietzsche que te dio la eutanasia. Pero ¿porque nos dejaste en manos de pedófilos, parteros de asesinos y homofóbicos, maestros de la discriminación, de la ignorancia, vendedores de terrenos en el cielo y patentes de la salvación? ¿Que hacemos con los que veían la tierra tan plana como ahora innecesario el uso del condón? ¿Seguiremos a los autoproclamados pastores tuyos como fieles corderos pariendo como conejos o hasta que nos lleven a una pecaminosa infección? Y nosotros los pobres, los alejados de la mano de la normalización, los hijos bastardos de la naturaleza y del sueño globalizado, a nosotros señor, ¿por que nos has abandonado?

Tu delirio es la certeza de poner tu vida en las manos del hombre, ¡oh Dios mío, que huevos los tuyos! porque yo no haría esa apuesta. En verdad Dios, tu si que estás loco.




The Dandy Alex

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