viernes, 30 de noviembre de 2007

LOS TIEMPOS, LA VIDA Y LAS DECISIONES

Se dice que las decisiones que tomamos a su momento fueron las mejores. Aunque muchas veces pensemos que pudimos hacer las cosas mejor, la verdad es que dimos lo mejor de nosotros mismos en su momento y por lo mismo hay que aceptar lo pasado como un hecho significativo que nos ha marcado y hecho quienes somos el día de hoy aunque muchas veces no sea así, aunque muchas veces queramos volver hacia atrás y cambiar las cosas, porque pensamos que pudimos hacerlas mejor, por pensar que cometimos errores que pudimos haber evitado.

Lamentablemente el hubiera no existe, y esos errores son los que nos forjan como las personas que somos ahora, sin esas derrotas jamas hubiéramos aprendido lo que somos hoy, no podemos cambiar nuestro pasado, pero podemos aprender de el para forjarnos un mejor futuro, viviendo el presente y dando lo mejor de nosotros mismos.

Decirlo es muy fácil, llevarlo a cabo es lo difícil, en especial cuando uno sigue aferrado a esas cosas del pasado, a aquello que ya no existe, pero que uno se esfuerza por revivir. Y que aunque uno a aceptado que esta mal, no entiendes porque sigues en eso. Y aun cuando desistes de aferrarte en el pasado, el presente no te brinda la suficiente fuerza o motivos para estar en el, ni hablar del futuro que desde luego parece menos prometedor, y como no queriendo terminas comparando tu situación actual, a aquello inexistente que has decidido abandonar. Pareciera que todo se pone en tu contra para que sigas con el pasado.

Tambaleas, caes, y vuelves a empezar de nuevo una y otra vez, hasta que ya no hayas como salir del circulo vicioso, hasta que no ves salida alguna. Y te sientes atrapado en el tiempo, entre lo existente y lo inexistente. Y entonces confundido y echo todo un caos, no le ves solución a tu dilema, poco a poco vas perdiendo ánimos, esperanzas y anhelos. Y en un intento fallido el mundo te lanza su lado optimista, aquel que sabes, no tendrá ningún efecto en ti, pero que de todas formas agradeces, aunque por dentro la verdad, rechazas. Ya sin pena ni gloria sigues adelante, pidiendo que algo le de fin a tu sufrimiento, como un enfermo pidiendo la eutanasia.

Para acabar, si pensabas que no podías estar peor, el mundo te dice lo contrario. En un afán para que agradezcas lo que tienes por muy poco o patético que sea. Y es entonces cuando mas te rehusas a agradecer lo poco que tenias o habías construido con éxito, a ceder tu negativismo ante la vida, y a aceptar que el mundo tiene algo mejor. Te empeñas en seguir en la miseria, pues has aprendido a encontrarle placer y ganancia al hecho de autocompadecerse. Y a manera burlona te vales de la ironía, el sarcasmo y otros tantos para jugar con tu propia agonía. La cual sin darte cuenta, o mas bien sin querer aceptarlo, vas encontrando un sentido a la vida, abriendo la posibilidad de un mundo nuevo.

Poco a poco, a tu ritmo y sin presiones, vas aceptando las oportunidades que se te abrieron para seguir adelante. Y como niño berrinchudo que se le olvida porque se había enojado; encuentras de golpe una razón para seguir adelante, un motivo para ir hacia el futuro, no es tan placentero como lo que perdiste, pero es mas profundo y sincero. Y solo por eso vale la pena que lo intentes nuevamente. No sabes si lo que haces va a funcionar, temes de caer otra vez, o de que lo que quieres te traicione y tome el nombre de frustracion. Pero no te importa, ya estas herido, y te sientes preparado para lo que pueda ocurrir, aunque la verdad nunca lo estés.

Y vives así llorando, enojándote, berreando, sonriendo, frustandote. Entras en un mar de contrastes, de ambivalencia, cuestionable para los demás, y que a veces ni tu mismo entiendes. Pero que te va formando como la persona que eres, que debías ser desde un principio, y que te gusta ser. Y ahora entiendes que no cambiarías nada de lo que viviste, aunque sabes que después digas lo contrario. Así eres tu, así vives tu vida, así la expresas al mundo y así sin darte cuenta, vas construyendo tu futuro. Aquel que creías perdido, aquel que nunca pensabas que iba a llegar, y que definitivamente no era como lo hubieras podido imaginar. Y que ahora agradeces por estar en el, por vivir.

Lex

martes, 27 de noviembre de 2007

DONDE LAS ESTRELLAS ESTAN


Sentado en mi silla, recordando viejos tiempos, aquellos momentos en los que me hiciste dudar, en los que me amaste, en los que me perdonaste, los que no podre olvidar, ahora encerrados en un marco sin limpiar.

Dime si miento, cuando vuelvo a casa, cuando me enojo, cuando el mundo me derrota, que no te digo que todo va a mejorar, sin saber que tengo miedo, sin saber que callo, que lloro y sufro cuando no se como todo va a terminar.

Aunque en realidad este muriendo, y la fe estoy perdiendo, viajo a momentos, fuera de este cuerpo, cansado y viejo de tanto soportar, de decepcionarte, de decepcionarme, de sentir este frio que hasta mis huesos hace temblar.

Camino por calles que me llevan al cielo, que me escuchan hablar, cuestionando mis esfuerzos, pidiendo justicia, que no se si llegara, les pido por ellos, aquellos que amo, y que no quiero que sufran jamas.

Y es en mi cama cuando todo entra en calma, y mis pesares puedo dormitar, miro la luna que me calienta, que me cobija, como un niño por su mama, porque nadie me dijo que iba a ser tan difícil, porque tengo que sufrir hasta llorar.

Perdón si me quejo demasiado, si hablo o callo, perdón si te hago angustiar, pero es que no puedo con todo esto cargar. Se que no es fácil tratar conmigo, que te agredo y te ofendo pero si me abrazas no me iré jamas.

Quisiera volver a empezar, a esos comienzos, donde era eterna la felicidad, donde nadie me hacia daño, y nadie me juzgaba para mal. Jugando y corriendo, donde el día y la noche no solían matar. Dime el secreto, de como no rendirme, porque yo ya no doy para mas.

Porque no prometes, que seré feliz, que encontrare la paz, que te volveré a amar, que acaso es tan incierto, que no tiene caso preguntar. Que ya no hay sueños, que ya no hay anhelos, que no queda nada para continuar.

Solías dar abrazos, y cariños cercanos, ahora porque te cuesta tanto una sonrisa regalar, ven conmigo, platicame un rato, de aquellos futuros planeados que vas abortar, de los falsos progresos que les negaste una oportunidad.

Regresemos un rato, a aquellos lugares, aquellos momentos, que nunca olvidaras, solo un instante, solo un segundo, comparte conmigo, y te podrás regresar, no tendrás que quedarte, solo dejarme, con un ultimo abrazo, un ultimo beso, una sonrisa y una mirada te iras.

No sera mucho, no sera nada, solo lo suficiente para continuar, sin nada que lamentar, sin nada mas, que vernos partir hacia la eternidad, donde encuentre la paz, donde solías ser feliz, donde las estrellas están.


Lex.

domingo, 18 de noviembre de 2007

ADICCION

El amor, la unica esencia tan fugaz y tan placentera que aquel que la llega a probar inevitablemente despierta una necesidad, un deseo que nunca termina. Y en busca de conservar su esencia es capaz de cruzar mas alla de los limites de su persona. Vuelve vulnerable al mas fuerte, valiente al mas cobarde, un idiota al mas inteligente, es la droga mas impredecible que hay. Capaz de causar daños o milagros inimaginables.

Su ausencia es una tortura eterna indescriptible para nosotros los mortales. No hay formula, teoria o cura capaz de sustituir o sanar su falta. Algunos viven sin que nunca les falte, otros mas afortunados tienen la suerte de recuperar esa dosis que habian extraviado, otros son bendecidos, o maldecidos dicen otros, por el hecho de nunca conocer el amor; pero para nosotros aquellos que viven en necesidad que nunca lo volvimos a encontrar, cualquiera de ellos genera una envidia que termina por devorarnos, por extinguirnos.