jueves, 27 de abril de 2017

Cartas al cielo

Dejé de escribir hace tiempo, ya no había motivos o razones para hacerlo, escribía para ti, para que me vieras, para que me reconocieras, para darte algo entre todas las carencias que tengo, algo por muy poco que fuera, algo que fuera tuyo que fuera hecho por mí pero ya no estás y esas cartas que te escribía se perdieron. Ya no estás y no hay musa que me inspire, no hay quien tome tu lugar ni lo habrá. Traté de escribir a pesar de eso pero las letras parecían carentes de estilo, de fondo, de espíritu, de alma y es que ¡ya no estás tú maldita sea! ¿Como obligarme a escribir sin ti? ¿Como plasmar en tinta lo que ahora se escribe con lágrimas? No he parado de llorar, ya son más de seis meses y no he parado de llorarte, a ratos y a solas, me ven fuerte pero no saben que estoy derrumbado. He tratado de superarte pero no se si algún día quiera o pueda hacerlo. Ayer fue mi cumpleaños ¿sabías? Y es la primera vez que no estás tú para felicitarme y se siente de la chingada, me siento solo, triste y nadie a mi alrededor siquiera percibe mi dolor y no tengo intenciones de exponerlo. Un día fuiste mi todo y no entiendo que nos pasó, no entiendo, yo te ame más que nada y tú me amaste igual y no es justo que esta historia termine así, no lo tolero, no lo aguanto, me llena de coraje y de rabia,  no puedo aceptar este final donde tú estás muerto y yo acabo sólo y miserable. Así que mírame desde el cielo o donde quiera que estés o al menos déjame imaginarte que estás ahí en alguna parte observando,  porque volveré a escribir, a reescribirte, a reescribirme, a reescribirnos, nuestra historia, porque esta puta vida es una mierda y al menos en la imaginación nos merecemos un final feliz. Mírame de donde quiera que estés. Te escribiré, aunque mis letras no tengan fuerza y aunque nunca lo leas, te seguiré escribiendo, aunque sea lo único que haga, es una promesa.

Te amo.

Alex.