jueves, 28 de septiembre de 2017

ÁGAPE


En memoria de Emmy...



Dichosa estrella que llenaste de luz mi alma,
no me dejes ahora miserable.

Haz que retumbe tu memoria en los cielos de mi pensamiento 
y que bese tu consuelo esta soledad siniestra.

Cubre con el halo de tu encanto este vacío que dejas 
y sostén mi mano en el llanto que pesa.

Conviértete en presa que detenga los ríos de tristeza 
de aquellos que hoy con tu partida desatas. 

Y trata las penas con caridad y nobleza 
de quienes las llevamos y que atrás nos dejas.

Se el pináculo que corone mis victorias
y el bastón que me levante en mis derrotas.

Cobija con bríos los terribles fríos 
y con tu abrazo el invierno no crezca.

De tu mano vuelve fértil los senderos empinados 
y con tu tu voz arrulla la incesante lluvia.

¡Oh ángel eterno de mis más oscuros secretos, 
guardián de las horas inciertas!

En ti deposito mi verdad absoluta, 
una fe ciega, en tus manos un corazón que sangra.

¡Oh ángel de mi guarda no me desampares 
ni en el goce del olvido ni en la agonía de la melancolía!

Te doy el arma cargada, mis manos al fuego,
un salto al precipicio pero no nos dejes el vicio

de morir flagelados en el recuerdo.
¡Oh mi centinela de los días venideros! 

Elévate por el universo y vuélvete ágape
que ore en las noches de nuestra terrenal existencia 

y nos ampare clemencia 
hasta la paz de estar de nuevo a tu lado.



Alejandro.