viernes, 12 de marzo de 2021

Javier

 Cada día te vas volviendo más lejano,

entre bahías y desiertos, 

tan fugaz como el aire que atraviesa

una balsa que se pierde en la marea.


Las lágrimas que alimentaban esta llama

se han secado,

y solo queda contemplar sentado

hasta que se apague tu recuerdo.


Me aferro a esta historia

que se desliza como arena entre mis manos.

Un día nublado y callado

anuncia el olvido que me toma.


Efímero, voraz y dichoso

aquel beso robado de tus labios.


domingo, 25 de noviembre de 2018

Pulsión de muerte

He sido un irresponsable con mi vida, si hoy no estoy muerto ha sido de milagro aunque la verdad para lo que he hecho merezco ser castigado por mis actos, no me he valorado lo suficiente, me he perdido en el camino y de las heridas tan profundas que me han hecho pareciera que he renunciado a luchar por mí y eso se paga muy caro. Ocupo ir a terapia antes de que me termine matando.

jueves, 12 de julio de 2018

Carta a mi futuro asesino

Aquel a quién de mis tristezas y agonías se regodea, que por verme caer pone empeño y esmero, a quien en elaboradas calumnias y difamaciones mancha mi nombre, mi honor, mi orgullo con el fin de verme sufrir en soledad, en un rechazo constante, que goza con mi dolor. A ti que te ocultas detrás de una pantalla, detrás de un perfil falso, en la oscuridad, en el anonimato, que con palabras e imágenes exageradas, deformadas de la realidad, hieres sin detenerte, sin saciarte, sin parar, que lanzas mentiras, una tras otra, sin titubear y buscas romper algo bueno, algo puro, algo que nace de lo más sencillo, algo tan delicado y frágil como un crío recién nacido, como el brote de una flor, algo pequeño pero que se va construyendo con amor, y que lo destruyes por el simple hecho de herir, de dañar, de matar. A ti te dedico esta carta, a ti te declaro este manifiesto.

Me he preguntado si te he herido, si en algún punto de mi vida llegué a dañarte tanto como para que corra odio o rencor por tus venas lo suficiente para comprometerte con destruir cualquier intento de relación que pudiera tener. ¿Será envidia, un amor frustrado?, ¿será un placer desenfrenado que ha encontrado en mi una salida?, ¿será el simple placer de chingar?, ¿qué razones habrá detrás?, ¿será interés en quién yo he fijado mis ojos?, como el niño que quiere el juguete que otro tiene. Mil razones llenan mi mente sin poder dar con la correcta, sin tener una cara a quién atribuirle mis hipótesis, sin tener un nombre real a quién depositarle mis interrogantes sin embargo siendo honestos las razones no importan mucho, el daño está hecho, lo has conseguido, una y varias veces. Lo has logrado, has triunfado, te felicito.

Por un lado debo de agradecerte, me has hecho ver que en la realidad de los otros importa poco lo que se hace, los hechos y más los rumores, los dimes y diretes, los chismes de cantina, que los sentimientos de verdad, cosa que quizá ya se sabía pero alguien como yo quiere creer en algo más, uno tiene fe ingenua pero supongo que en parte hay algo de justicia en tus actos, si alguien con quien sales no tiene la suficiente confianza, el coraje para confiar en ti, de creer en uno, en lo que están construyendo y ante el mínimo soplo titubea, se tambalea, si ante la mínima marea se hunde, no vale la pena, así que en ese aspecto te debo de agradecer, supongo que me has quitado la venda de los ojos, me has llevado a confrontar la verdad. El amor que se construye tiene que ser fuerte, que las inclemencias del clima, del infortunio, de las crueldades que pueda ocasionar un tercero no pueda derrumbarlo. Así que gracias por aclararme el panorama, por hacer que vea la realidad, de poner los pies en la tierra, de verdad muchas gracias.

Uno comete errores, así mismo travesuras, mañas, perversiones y cosas sucias, en fin, experimenta más allá de los tabúes e inhibiciones de la gente, se arriesga más allá de lo cotidiano por ser uno mismo, libre, sin culpas, sin rendir cuentas a nadie, sin embargo esos actos, esos "errores", esos "pecados" pasan a la historia, pueden ser superados a veces aunque tú te has encargado de que no sea así, de que perduren en la conciencia y en la memoria tanto mía como de aquellos en mi cercanía. Haz conseguido que algo tan humano como la manera en como uno vive la sexualidad pueda verse estigmatizada, que uno sea digno de ser humillado, devaluado, desechado y descartado de la posibilidad de formar una pareja y ni como echarte la culpa porque al final la fama es de uno, la presea que yo he conseguido, que me la he ganado después de tanto tiempo de hacer público lo que en una sociedad doble moralista, hipócrita a veces, represiva, no se hace, es mi culpa por no inhibirme, por no reprimirme, por no ocultarme, por no ser como debería ser, por no ser como lo normal, como lo correcto. Así que es normal que me tachen de puta, de puto, de promiscuo, de perverso, de sidoso, enfermo, pasivo, de un cualquiera y todos los demás adjetivos que se les ocurran y de preferencia en femenino para que cale más, en fin, de alguien que no vale la pena. Así es y así siempre será, ¿culparte a ti? No, tú no tienes la culpa.

Me he preguntado que siento por ti: ¿odio?, ¿coraje?, ¿rencor?, ¿te debería tener lástima? Ignorarte es difícil, ojalá pudiera pero te haces notar en tu invisibilidad, en tu habilidad para mantenerte al margen del anonimato. Además por más frío que parezca tengo sensible el corazón. Siendo sinceros al principio sentía tristeza por ti, alguien tan enfocado en la vida de otra persona debe tener una vida muy miserable, pensé, luego se me pasó, no creo realmente que tu vida sea así, luego me puse a analizar que sentir. Nunca te tuve coraje, quizá hubiera sido más fácil así, sentía coraje contra aquellos a los que me abandonaron cuando esperé que se quedaran ahí al pie del cañón conmigo. A ti no te tuve coraje, ni rencor, ni odio, no puedo tenerlo por alguien a quien no conozco, a quien no le pongo cara. Desconcierto, eso si te tengo hasta el día de hoy. No puedo odiarte, quizá eso quieras, pero no por orgullo o ganar una batalla emocional, simplemente no puedo odiar. No se me da, por más mierda que me traten o que me hagan, no se me da odiar, será muy tonto quizá pero no es algo que pueda hacer. Dice una frase de una serie que me gusta "I have no room in my heart for hate"  y es real, no puedo odiar, ni a ti ni a nadie, no tengo esa capacidad. Pienso que el odio solo mata el espíritu, lo corrompe, lo envenena, el odio es un veneno que mata a quien lo tiene lentamente. No sé si tengas odio o rencor pero si de alguna manera crees que lo puedes descargar conmigo, adelante, lo toleraré, soy capaz de soportarlo, no es por hacerme el fuerte o el mártir, es parte de mi vocación, de psicólogos nos toca a veces ser el espejo donde reflejamos los sentimientos más profundos de las personas y no serás el primero ni el último que sobre mí proyecten algo así. Tampoco es labor social porque no es mi intención hacerla de terapeuta contigo, seré masoquista pero no llego a tanto. Es solo correspondencia, resonancia, como una ley del universo que dicta que las cosas sean así. No diré que te quiero porque obviamente no es así, tampoco que me eres indiferente porque después de una carta tan larga es notorio que no lo eres. El sentimiento que te tengo es raro, es como una melancolía lejana, a la distancia pero llena de calma de cerca, no sé como podría describírtelo. 

Es muy probable que me conozcas, que seas cercano a mí por la manera en como te enteras de mis intentos de noviazgo, y eso me preocupa un poco, que no seas honesto en declararme la guerra de frente, como caballeros, y en vez de eso te has enfocado en acuchillarme por la espalda. No sé quien seas, tengo ideas, suposiciones pero la verdad no tengo ni puta idea de quien eres, creo que es mejor así. A veces quisiera ponerte cara, rostro, nombre pero luego pienso que me daría una profunda tristeza que pudieras ser alguien a quien le tenga mucha confianza, estima y cariño. Que un gran amigo sea en realidad un traidor y desleal, un verdadero Judas así que prefiero pensar que eres alguien lejano y ajeno a mí, pensar eso me reconforta un poco. ¿Y qué haría yo al verte?, ¿golpearte?, ¿gritarte?, ¿pedirte explicaciones?, ¿denunciarte?, es muy tonto pero lo que se me viene a la mente es abrazarte, abrazarte y llorar en tu hombro, ¿es estúpido no? No es con el afán de que me dejes en paz, suplicarte que dejes de molestarme o pedirte perdón, nada de eso, solo descargarme, aunque conociéndome como soy probablemente me contenga de hacerlo. Quizá por pensamientos así me pasan cosas como estas. No soy ninguna madre Teresa de Calculta, quisiera decir que te perdonaría fácilmente pero tal vez no es así, no soy rencoroso pero supongo que lo correcto sería no perdonarte algo como esto, no sé, solo me pongo a imaginar la situación y no sé que haría, ¿qué harían los demás? A lo que voy es que no puedo responder con el mismo fervor que tú, no lo tengo, quizá es debilidad, pendejez pero no puedo. No puedo hacerte daño.

Y aquí el problema porque vuelvo a la primaria, al tonto que se deja 'bullyear' por alguien más y no hace nada, ni defenderse ni acusarlo con la maestra, ¿y como ponerle fin a este problema? El punto es que no lo habrá, no habrá fin, tú seguirás molestándome y yo seguiré intentando seguir adelante. Esa es mi naturaleza, intentar, tratar, una y otra vez. Un corazón herido tiene dos caminos, o se cierra o se vuelve más grande y fuerte. La elección depende de uno. Ahí tú no puedes hacer nada ni nadie, solo yo. Una vez me hirieron tanto que estuve a punto de desfallecer pero de ahí me recobré como si hubiera resucitado, como un ave fénix, con una nueva vida, un nuevo pensamiento y una nueva forma de ser. Esa persona que así como lo amé profundamente también me hirió, ahora guardo de él la más alta estima y los recuerdos más gratos. Sufrí pero aprendí también lo que es amar, amar de verdad. Cuando uno ama de verdad, no el amor mediocre adolescente, egoísta o arrebatado, cuando uno ama de veras, con toda su alma, es un éxtasis inimaginable. Cuando uno toca ese cielo, realmente lo demás se vuelve perecedero. He amado y he sido amado y para mí ha sido pleno. Me enfoco en eso, en esa plenitud que he alcanzado y que pocos a mi consideración han logrado. Si me muriera ahora, hoy, en este momento, solo, como estoy ahora, no me importaría, porque he amado y he sido amado, he sufrido y he gozado y estoy satisfecho con lo que la vida me ha dado, lo bueno y lo malo. Lo que busque ahora en adelante en una relación son presentes agregados, un plus. Si en la vida está que tenga otra pareja y si tú, Dios, el destino o la suerte permiten que se de estaré igualmente agradecido, sino no hay problema, aunque eso no impida que siga intentándolo. Es el punto, la vida es para disfrutarla, para sentirla, lo positivo y negativo y es lo que trato de hacer todos los días. 

Quisiera alentarte para que dejaras de dañarme pero sé que no va a pasar por unas cuantas palabras cursis. Quizá llegué el día en que caiga por completo ante tus enredos y la carga de tanto lío termine por deprimirme al borde de suicidarme, espero que no, y dudo que pase pero sigue intentando, mientras tanto algo te aseguro, no dejaré de creer en el amor, si esperas que muera solo, devastado, deprimido, es una causa perdida porque eso jamás pasará, no porque estoy seguro de que vaya a tener pareja, eso no es relevante, nunca he considerado una pareja como el medio para la felicidad, sino que para dañarme tendrás que matarme de verás, matar al amor, matar el amor que comparto todos los días, con mi familia, con mis amigos y allegados. Y ni aunque mates todo esto, ni aunque mates a mí y te conviertas en mi futuro asesino ni aún así creo que llegaría a odiarte.

Alex.

jueves, 28 de septiembre de 2017

ÁGAPE


En memoria de Emmy...



Dichosa estrella que llenaste de luz mi alma,
no me dejes ahora miserable.

Haz que retumbe tu memoria en los cielos de mi pensamiento 
y que bese tu consuelo esta soledad siniestra.

Cubre con el halo de tu encanto este vacío que dejas 
y sostén mi mano en el llanto que pesa.

Conviértete en presa que detenga los ríos de tristeza 
de aquellos que hoy con tu partida desatas. 

Y trata las penas con caridad y nobleza 
de quienes las llevamos y que atrás nos dejas.

Se el pináculo que corone mis victorias
y el bastón que me levante en mis derrotas.

Cobija con bríos los terribles fríos 
y con tu abrazo el invierno no crezca.

De tu mano vuelve fértil los senderos empinados 
y con tu tu voz arrulla la incesante lluvia.

¡Oh ángel eterno de mis más oscuros secretos, 
guardián de las horas inciertas!

En ti deposito mi verdad absoluta, 
una fe ciega, en tus manos un corazón que sangra.

¡Oh ángel de mi guarda no me desampares 
ni en el goce del olvido ni en la agonía de la melancolía!

Te doy el arma cargada, mis manos al fuego,
un salto al precipicio pero no nos dejes el vicio

de morir flagelados en el recuerdo.
¡Oh mi centinela de los días venideros! 

Elévate por el universo y vuélvete ágape
que ore en las noches de nuestra terrenal existencia 

y nos ampare clemencia 
hasta la paz de estar de nuevo a tu lado.



Alejandro.

viernes, 4 de agosto de 2017

CIELO

Cielo.

Te digo cielo y volteo con anhelo,
arriba entre las rendijas,
de unos ojos llorosos,
cansados y rojos.

Cielo.

Te miro adentro y eres negro,
profundo y oscuro,
cautivas mi alma con una calma,
de una mañana que no ama.

Cielo.

Te clamo en el zodiaco
que mancha tu manto,
cual suave encanto
del sereno amargo.

Cielo.

Volteo arriba, vacío de certezas,
saciado en suspiros,
de deseos infinitos
en fugaces estrellas.

Cielo.

¡Cielo!, ¡cielo!, ¡¿estás ahí?!
¡Baja por favor y ven a mí!

Alex García.

jueves, 15 de junio de 2017

Armando o los tratados de la soledad

¿Qué es una pérdida? Es sentir que te hundes en la cama como arena movediza, es estar en pie aunque por dentro todo se derrumba y la gravedad se siente diez, veinte hasta cien veces más y luchas por no dejarte caer al suelo; es sonreír a todo y a todos con una expresión falsa de bienestar y alegría aunque quisieras llorar o gritar y mandar todo a la mierda y responder "no estoy bien" cuando todos te preguntan "¿como estás?" pero tu respondes en automático "bien" porque nadie espera la verdad y también porque prefieres no tener que explicar porque no estás bien porque contarlo es sentirte raro, extraño, incómodo y prefieres actuar normal y seguir la vida porque te das cuenta que aunque tu alma se desgarre el mundo sigue girando y que igual y a nadie le interesa o nadie quiere cargar con una persona que se siente mal, triste, doliente porque da hueva, porque aburre, incomoda, harta, porque todos tienen cosas más divertidas que hacer como para ocuparse de la tristeza de uno y decides mejor seguir tu rutina como siempre, como si nada pasara porque eso demuestra que estás bien aunque por dentro pase de todo y olvides a ratos y te castigues por olvidar y te castigues por no seguir adelante y te flageles por todo lo que pienses, por no haber sido mejor amigo, mejor novio, mejor hermano, mejor padre, mejor hijo, por los miles de hubieras que ahora cargas contigo, por la cobardía para decir te quiero, te amo, te perdono, te extraño, por no estar contigo. Por dejar que el orgullo o el miedo te ganara y el tiempo te tomara por sorpresa. Y escuchas una canción y cantas un solo de lágrimas. Y no ves sentido en lo que haces, en lo que sigues haciendo y nada te satisface. Y piensas que esa persona está en un lugar mejor y te deberías reconfortar pero eres muy egoísta y no quieres que esté en un lugar mejor quieres que esté contigo como antes, como siempre debió ser y maldices el tiempo que no se detiene y quieres guardar esos momentos que tuvieron como eternos y ojalá tuvieras una máquina del tiempo para vivir todo lo que pasaste de nuevo y sentirlo más intenso. Y estar a su lado siempre. Y le hablas a solas y esperas una respuesta que sabes que no llegará. Y suspiras y te secas las lágrimas y te colocas una coraza de templanza, de tranquilidad y de paz para contener ahora a aquellos que si son capaces de llorar de frente a los demás, de frente a quién se fue. Y te creen frío o sin sentimientos sin saber que estás destrozado por dentro y solo ocupas un abrazo sincero pero sigues andando moribundo hasta que llega alguien que te ha observado y que con un "yo se lo mucho que significaba para ti" logra quebrarte y rompes en llanto real y doloroso llanto de esos ríos catárticos que duelen muy dentro y moqueas y sigues llorando y ya no importa nada hasta después de un rato recobras compostura y te da pena haber mojado con tus secreciones faciales a quien te logró contener y te repones y vuelves a tu máscara de siempre. Y así a veces a ciclos, a ratos, a meses, a años, hasta la próxima vez, hasta que llega un muerto más y todo lo reparado se vuelve a ir al carajo. Y otra vez tienes que juntar los pedazos aunque cada vez van faltando más y más piezas del rompecabezas pero ni modo hay que resignarse a seguir armando los fragmentos que queden y aceptar los que falten, a esa ausencia que vuelve la vida más pesada.

Alejandro.

jueves, 27 de abril de 2017

Cartas al cielo

Dejé de escribir hace tiempo, ya no había motivos o razones para hacerlo, escribía para ti, para que me vieras, para que me reconocieras, para darte algo entre todas las carencias que tengo, algo por muy poco que fuera, algo que fuera tuyo que fuera hecho por mí pero ya no estás y esas cartas que te escribía se perdieron. Ya no estás y no hay musa que me inspire, no hay quien tome tu lugar ni lo habrá. Traté de escribir a pesar de eso pero las letras parecían carentes de estilo, de fondo, de espíritu, de alma y es que ¡ya no estás tú maldita sea! ¿Como obligarme a escribir sin ti? ¿Como plasmar en tinta lo que ahora se escribe con lágrimas? No he parado de llorar, ya son más de seis meses y no he parado de llorarte, a ratos y a solas, me ven fuerte pero no saben que estoy derrumbado. He tratado de superarte pero no se si algún día quiera o pueda hacerlo. Ayer fue mi cumpleaños ¿sabías? Y es la primera vez que no estás tú para felicitarme y se siente de la chingada, me siento solo, triste y nadie a mi alrededor siquiera percibe mi dolor y no tengo intenciones de exponerlo. Un día fuiste mi todo y no entiendo que nos pasó, no entiendo, yo te ame más que nada y tú me amaste igual y no es justo que esta historia termine así, no lo tolero, no lo aguanto, me llena de coraje y de rabia,  no puedo aceptar este final donde tú estás muerto y yo acabo sólo y miserable. Así que mírame desde el cielo o donde quiera que estés o al menos déjame imaginarte que estás ahí en alguna parte observando,  porque volveré a escribir, a reescribirte, a reescribirme, a reescribirnos, nuestra historia, porque esta puta vida es una mierda y al menos en la imaginación nos merecemos un final feliz. Mírame de donde quiera que estés. Te escribiré, aunque mis letras no tengan fuerza y aunque nunca lo leas, te seguiré escribiendo, aunque sea lo único que haga, es una promesa.

Te amo.

Alex.

jueves, 9 de febrero de 2017

CADÁVER

Un rincón lejano y oscuro,
ojos estériles de llanto,
una boca moribunda
y una esperanza nauseabunda.

Necesito un cuerpo que explote
de rabia, de hambre, de coraje.
Necesito un alma que sienta,
que anhele, que viaje, que vuele.

Un piano interpretando mis fracasos,
una noche acompañando unos tragos;

y se esconde el te extraño en palabras de aliento,
y se esconde el lloriqueo en sonrisas de antaño,
y se esconde el te amo en cómplices silencios.

Has sangrar mi cadáver que extraña el filo de un suspiro,
carcome mis labios que olvidan el asfixio de un beso,
masacra mi pecho que añora el azote de un latido.

Vida mía sométeme a la más cruel de tus torturas,
sé mi verdugo, mi flagelo, mi cruz,
que aquí a la luz de las ausencias
tu dolor es dicha que reanima.

A.G.

lunes, 30 de mayo de 2016

Something is missing

Falta algo...

No, no es una estúpida pareja, ni amor ni ninguna de esas estúpidas cursilerías, es algo más profundo, un sueño prófugo, un pensamiento difuso, un deseo fantasmagórico, es algo oculto entre las sombras, entre las nubes. Eso que se encuentra en esa pequeña brecha cuando te lanzas al vacío y estás a punto de tocar el suelo. Y me da tristeza no tenerlo, me da nostalgia el carecerlo, me da, me da un vacío aquí dentro donde debería haber un alma. Un alma que sigue corriendo, escapando y huyendo como un día le dije que lo hiciera para que sobreviviera, para que no muriera como yo al menos.

Alex García

jueves, 28 de enero de 2016

LA CARTA

Sostenía la carta doblada en mi mano, mientras leía lo que escribiste en ella. Muchas palabras bonitas, muchas frases de poeta. Inevitablemente medía las acciones chiquitas, esas que se alejaban de las grandes promesas. Puse la carta en frente de mí, cerrada, para no ver las letras que me compadecían a volver una y otra vez a tí. Terminaba por abrirla, por leerla, por hallar en esa carta algo que no hubiera podido descifrar. Su fecha 6 de agosto 2014, más de un año de haberla escrito, más de un año de haberla entregado y más de un año de haber roto y vuelto una y otra vez en un círculo vicioso entre nosotros que nos desconcierta y nos llena de duda. Me has hecho llorar, me has hecho sufrir, me has hecho reir, me has hecho enojar, me has hecho soñar y vivir y sin embargo ahí sigue la duda. La duda de sí en el fondo de tu ser ególatra, narcisista, superficial, egoísta, materialista, clasicista, prejuicioso, fatalista e infantil habrá un espacio para mí. Saber si cuando dices -te amo- tendrá un poco de verdad a pesar de que suene tan banal, quizá nunca lo sabré. Tratar de creer que me has guardado fidelidad y evadir que te pasas saliva quizá para tragarte tus mentiras. Creer, de eso se trata. A pesar de que todo apunta a que mientes, he decidido cegarme a creerte. En el fondo he buscado mirar a otro lado cuando las razones para abandonarte son muy evidentes. Cuando has jugado, te has burlado y me has tratado de un modo tan banal e indiferente, como el perro que efectivamente crees que soy. Como una simple mascota que puedes jugar un rato y luego olvidarte. Dicen que el amor es un salto de fe, contigo quise dar ese salto, ese paso ciego hacia un abismo de posibilidades sin embargo tú mismo me detuviste, ¿por qué? ¿Para qué salvarme de la locura que quería cometer contigo?, ¿de casarme?, ¿de hacer una vida a tu lado? A menos que supieras de antemano que no me conviene, que no es lo adecuado, que en tu infinita supremacía te apiadaras de mí por un momento y evitaras que cometiera una catástrofe, un desastre, que finalmente te compadecieras y me dejaras ir, me dejaras libre. Un gesto amable el tuyo, quizá el más valioso. Quizá en el fondo si me amas, pero tu forma de amar es así, una porquería. Porque me amas pero no te preocupas por mí. Porque no basta con amar, es entregarse en cuerpo y alma. Es atención, devoción, es pertenencia, es unión, es crear un alma que alberga en dos cuerpos. Y más que palabras bonitas en una carta o un poema se demuestra día a día, con un saludo de buenos días, con un saber como te fue, con atenciones, en observar y escuchar lo que necesita el otro y ayudarle sin esperar a que se lo pidan, con tratar de conquistar a la otra persona como la primera vez, de seducirlo, de ser romántico, de conocer su historia, sus miedos, sus logros, sus caprichos, su vida, sin juzgar, de enamorar. Al final tú marcaste la línea entre lo que yo podía aspirar y lo que jamás tenía permitido involucrarme, de lo que significaba amar para ti. Quizá lo que pedía era muy severo para ti e incluso para mí, algo muy posesivo o muy cursi, muy exagerado, exigente, no lo sé y ya no importa. Quizá te amé demasiado, en exceso, locamente, exageradamente sin embargo es la única forma de amor que conozco, es la única forma en que amo yo porque así soy, yo me entrego, con pasión y locura y aunque probablemente cuestionarás mi ideología en estos momentos y probablemente me llevarás la contra y optarás por una forma de amor más prudente, por algo más sensato no me interesa discutirlo más, estoy cansado, tan cansado de esto y muchas otras cosas, de tus reclamos injustificados, imprudentes, de tus escasos detalles, de tu frialdad, de tu frivolidad, de tu bipolaridad, tus arranques de ira y tu atrevimiento para insultar mi vida y mi mundo sin conocerlo a pesar de que tú me cerrabas el tuyo yo te abría el mío sin dudarlo pero nunca quisiste conocerlo y lo escupías como si fuera algo aborrecible, como si lo conocieras de antemano porque según tú has vivido tanto y ahora que te has vuelto un santo inmaculado y temes ensuciarte de inmundicia la cual irónicamente ya llevas dentro, cuánta hipocresía. Eres altanero, quejumbroso, arrogante, engreído y como todo aquel que sufre de soberbia siempre termina por caer en la ignorancia y estupidez y bien dicen que el estúpido no sufre sino los que le rodean. Bien podría guardar una esperanza contigo y rogar, suplicar, gritar y hacer cualquier otro acto que alimente tu histeria y tu ego con el que vuelvas a mí finalmente, regresar otra vez pero se me hace ya muy patológico, patético y fastidioso. No sirve en nada para mi crecimiento como persona ni para el tuyo. Hay una frase que dice "te amo no por lo que eres sino por lo que soy cuando estoy contigo" y me he dado cuenta que no me gusta quien soy cuando estoy contigo, haciéndome a un lado a mi, complaciéndote en todo, minimizando mi vida o cualquier aspecto de ella que pueda molestarte y al final tú lavándote las manos porque obviamente cualquier error es mi culpa, como todo, como siempre, porque soy dramático, por meloso, por afeminado, por puto, por juntarme con gays y tú un ser incapaz de aceptar culpas o responsabilidades, todo queda en el otro, en mí, porque asumir culpa es asumirte como imperfecto, como un ser humano y tú eres un dios. Y tienes razón tú eres un dios,  aunque lo que yo veo es un niño miedoso jugando a querer pero yo no soy un perro a tu servicio, no me gusta en lo que me he convertido a tu lado, seré imperfecto y he cometido errores pero no creo ser mala persona, ni dar asco ni tener que estar rogando por cariño o afecto o porque pasen un día conmigo, ya encontraré a alguien que me valore como tal y que me haga feliz y yo a él. Soy mejor que esto que somos, que lo que fuimos y puedo ser aún mejor todavía solo que no será contigo. De algo sí estoy orgulloso de nuestra relación, no te engañé, fui honesto y cumplí mi palabra hasta el final y me siento satisfecho por eso. Me voy con las manos limpias. Fuiste único para mí y solo exististe tú en el mucho o poco tiempo que estuvimos. Todos tus desprecios, tus berrinches, tus rabietas, tus engaños, tus impertinencias, te los perdono, todo. Sé que estarás bien, no me necesitas, ni a mí ni probablemente a nadie en tu vida. Quizá dolerá un poco pero lo superarás con algunas fiestas y alcohol, siendo tú de verdad y sin limitarte. Me preguntaste si podíamos ser amigos, realmente no. Como novio fuiste alguien especial para mí, como amigo por lo que te conozco valoro más a los amigos que tengo, gracias.

Alejandro.

lunes, 2 de noviembre de 2015

DECIR TE AMO

Decir que te amo es quizá un acto muy precipitado,
decir que adoro tus ojos que me abren a paraísos remotos,
tus labios que besan los míos, tibios, pausados, con tempo,
tu pelo negro que imagino cenizo a los años de estar contigo
y esas arruguitas que denotan una sonrisa de niño travieso.

Tocar esa piel tan suave y tersa que excita mis manos,
envolverme en tus brazos fuertes, de bestia salvaje,
tus músculos de macho cabrío, reacio, semental,
ponerme de cucharita y tomar tu mano entre la mía,
dormirme acurrucado contigo, desnudo, empiernado
sentir el roce de tus pies calentando los míos.

Coger o fajar, antes o después que más da,
sentir tu verga grande, gruesa en mis manos, en mi boca.
Juguetear con tus nalgas o tú con las mías.
Repasar tu cuerpo o excitar tu cuello al son de un beso.
O dormirnos sin sexo, sin fornicar como conejos, 
como un matrimonio entrado en años.

Oir tu voz varonil, despreocupada, risueña,
tu carácter animoso, inocente, curioso,
escucharte hablar de tus metas, de tus travesuras,
de tus aventuras, de tus sueños, de la vida,
hacerte el tonto cuando cacho tus mentiras y sacarme una sonrisa.

Guardar tus confidencias, tus puterias, tus ocurrencias,
tus técnicas secretas para proteger corazones rotos.
Salir a cenar a la luz de las velas o hacer de cenar,
echados viendo películas o novelas.

Tu ser amable, tu carácter indomable,
la fatalidad de un cabrón y la ternura de un niño.
Todo un hombre, todo un campeón.

Molestarte de vez en cuando y saber que soy gorroso 
y apasionado pero tener tacto para ponerme un alto.
Saber que no confías en mí, que eres incrédulo a mis palabras,
que no ves futuro conmigo aunque hablemos de familia, de niños,
que quizá piensas que te haría sufrir como tú a mí.

Conocerte de años y sin importar con cuantos nos hemos acostado,
sin importar si somos amigos, amantes de antaño o sea lo que sea,
te sigo admirando, queriendo y amando como la primera vez que te besé.
Ser leal a ti, es hacerte saber que aquí estaré no importa el pasado,
no importa el presente o el futuro, que yo pondré por ti al fuego las manos.

Y aunque yo esté loco y desquiciado por amarte así sin cuidado, 
que probablemente te de miedo y quieras salir huyendo,
solo es eso, decir que te amo, te amo como eres, sin motivos o propósitos,
sin esperar reciprocidad, ni nada a cambio, si acaso verte crecer y soñar.
Te amo porque me haces sentir vivo, porque siento mi corazón latir,
mi ojos brillar y mi sonrisa crecer, como nadie más me hace sentir.

Y aún así decir te amo sigue siendo un acto violento,
bruto, impulsivo, sin lógica ni sentido, despiadado, aventurado.
Decir te amo es un acto muy muy precipitado,
pero solo así los locos como yo sabemos amar.

Precipitado, así te amo.

Alex G.

viernes, 17 de abril de 2015

COCUYO

Abracé el cielo
en el dulce anhelo que lanzó un suspiro,
del tibio río de tus ojos negros.

Amé el tocarte
en el instante profundo de un augurio,
murmullo fugaz de eternidad rapaz.

Morí al dejarte
en los brazos amantes y violentos
del estruendo y desdichado mar salado.


Ahora te veo de lejos amor mío...


expío pecados cual pétalos de rosa,
clavo cuchillos en pechos amargos,

muero iracundo en celos que consumen
como lumbre de volcán en orgasmo

deseando sostener tus alas de Ícaro,
sollozando un beso tuyo,

ese cocuyo, salvaje, silvestre,
cual suave vientre
de noches solemnes.

A. G.

lunes, 15 de diciembre de 2014

TÓMALO O DÉJALO


Te dirán de mi lo peor...
muchas cosas serán ciertas,
muchas otras no.

Tú tendrás la oportunidad
de averiguar la verdad,
será tu decisión si te quedas o te vas.

Te daré la oportunidad
de conocerme,
de abrirme contigo... 

mis defectos, mis talentos,
mis errores, mis aciertos,
mis dichos, mis hechos,
mis alegrías, mis tristezas,
mis triunfos, mis fracasos,
mi ser.

Verás si soy transparente,
leerás mi mente a veces,
y con un poco de suerte,
escribirás en mi corazón.

No soy cursi pero puedo ser romántico,
no soy optimista pero puedo ser sensato,
no tengo sentido del humor pero puedo hacerte reír,
no soy un gran amante pero puedo hacerte sentir.

Y probablemente te defraudaré muchas veces
pero también te sorprenderé muchas otras más.

Quizá no seré lo que esperabas,
tal vez tú tampoco lo seas para mi,
y este amor quizá no sea brillante 
y no tenga ritmo ni forma... como este poema,

pero es lo que tengo y es lo que ofrezco.

Tómalo o déjalo,
y sobra decir que deseo que lo tomes ya,
y escribir contigo una historia,
corta o larga, no importa,
pero que sea nuestra y que sea única y especial.

Alex G.

jueves, 27 de noviembre de 2014

ADIÓS

J:

De una u otra forma me gustaste, por muy poquito tiempo que fue, tanto incluso que me llegué a enamorarme de ti. Por eso cometí muchas estupideces que al final me hicieron perderte y terminaste por odiarme. Ahora sales con la persona a la cual me quería mucho y no supe apreciar hasta que le rompí el corazón y que también me odia de cierto modo. Lo bueno de esta historia es que si el karma existe se acomodó para ti y para él, ahora están juntos y parece que les va bien aunque a mi eso me puede lo he de admitir. Y heme aquí a la una de la mañana hablándole a tu foto, en medio de relaciones disfuncionales que me sirven de escape para no sentirme solo, mientras tengo que dar la cara al mundo y diciéndole que no me afecta lo que digan de mi cuando en el fondo si lastima, duele. Duele adentro, es un mar de envidia, de celos, de coraje, de tristeza que tengo que volcar de mi cabeza rápidamente para sacar adelante cada día que venga. Veo tus logros a lo lejos, tus sonrisas y ese lugar que él ocupa ahora y que tanto deseaba ocupar yo. Y un rencor en el fondo me inunda como no tienes idea, un odio tan grande que me calienta por dentro. Trato de pensarme como humano, de saberme mortal, de saber que me pueden herir el ego, que me pueden humillar, hacerme sentir mal y que es natural lo que siento mientras racionalizo esos pensamientos y sentimientos negativos y los envuelvo en comprensión, autocompasión y en múltiples mecanismos de racionalización para encontrar esa paz que huye de mi. Una lucha de dos, en la que una parte de mi quiere desearte lo mejor y otra quiere que sufras, que veas que estabas equivocado al no elegirme a mi, al no luchar por mi, al no darme esa oportunidad que me merecía, que aún merezco y que no me diste por cobarde, cuando sé que es mi culpa precisamente de lo estúpido que soy cuando me enamoro. Por eso no me enamoro, porque duele. Duele que aquel al que amas y por quien darías todo te desecha como si fueras un pedazo de papel. Duele saber que tú lo darías todo y el otro no daría ni un día para verte. Por eso en mi caso y en la mayoría de las veces me es más fácil jugar con las personas, porque es más fácil jugar con el cuerpo que con el corazón. Porque entonces yo tengo el control de quien me gusta, de quien me quiere y no estoy sometido al rechazo, al dolor. Sin embargo todo en este mundo se paga y ya me tocaba la de perder. Me tomará tiempo sanar la herida, sanar mi orgullo, mi ego. Quizá siendo honesto no pueda desearles el bien hoy pero ojalá con el tiempo pueda hacerlo. Pueda desearles lo mejor de corazón a los dos, porque se que se lo merecen. Porque los dos son muy buenas personas pero por ahora prefiero callar, callar y alejarme de ustedes, de los demás y volver a mi. A lamerme las heridas y a disponer de mi tiempo para salir adelante, para sacarme adelante. Es estúpido que esté sufriendo por amor por algo que visto desde afuera es algo tan insignificante, que para otros es nada siendo que hay problemas más importantes en el mundo, problemas más importantes que tengo yo incluso como mi familia, mi futuro, mis sueños, pero así funciona la psique dándole importancia a lo que no lo tiene. Ojalá algún día pueda ser tan feliz como tú y ojalá algún día salga de esta depresión y pueda emprender aquello que quiero, esos sueños que he dejado estancarse por poner mi mente en donde no debo. Te admiro por lo que has hecho, por tus logros y por lo que eres ahora y como quisiera ser feliz a tu lado en este momento y compartir todo eso contigo, que lástima que no puedo, que no pude, pero al menos se que hay una buena persona a tu lado que se que tratará tan bien como te mereces. Cada vez que salgo herido me cuesta más trabajo abrirme y es increíblemente estúpido que la única forma en que pueda hacerlo ahora es escribiendo. Me esforzaré por ser una mejor persona tal vez no para ti puesto que ya no te importa y de todos modos no leas esto pero si para mi y para esa persona, si existe tal vez, que me acepte y me quiera y que yo también pueda querer. Amar no es nada sencillo, hasta el momento siempre la he cagado. Espero y a futuro hacerlo mejor y no cagarla y dejar escapar a alguien importante sin decirle "TE AMO". 



A. G.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Acaecer


Acaece del cielo tu regazo,

en el sonido de la niebla,
en la historia de la histeria,
en cuentos de hadas de una sirena,

como vela en ciudad muerta,
como niño mamando teta,
como luciérnaga en isla desierta,

te cuelas en lluvia de estrellas,
te condensas en bellas auroras,
te sublimas en valle de letras,

y danzas en bífidos instantes,
y cantas en cilíndricos corales,
y vuelas en cánticos boreales,

en el silencio del sereno,
en la histeria de la historia,
en el suspiro de un espectro,

acaece del cielo tu regazo.

Alex G.

lunes, 8 de septiembre de 2014

COOL KIDS





"I wish that I could be like the cool kids 

Because all the cool kids, they seem to fit in"


A veces desearía ser como los demás,
como aquellos que se divierten,
como los que parecen felices.

A veces quisiera ser un chico genial,
uno que no sea homosexual,
que no sea raro o anormal.

Ser más sociable,
ser menos reservado,
ser más fiel,
ser menos promiscuo,
ser más pensativo,
ser menos impulsivo,
ser más decidido,
ser menos dubitativo,
ser más humilde,
ser menos orgulloso,
ser más valiente,
ser menos cobarde,
ser más sano,
ser menos alcohólico,
ser más divertido,
ser menos aburrido,
ser más interesante,
ser menos monótono,
ser más espontáneo,
ser menos melancólico,

y bailar, cantar, actuar, 
tocar guitarra, escribir o redactar,
ser un gran deportista o intelectual,
tener alguna gracia que me hiciera especial.

Ser respetado, aceptado y querido por todos,
ser esa persona que toman en cuenta,
no sentirme ignorado, rechazado, despreciado.

Ser amado y sentirme amado.

Amigos en abundancia, pareja en constancia,
trabajo sin trabas, familia cálida,
una vida prospera y sin fallas.

Sin defectos, sin moretones en la cara,
sin heridas en el pecho o cicatrices en el alma,
sin caídas graves o escándalos de cama.

Ser como los chicos buenos,
los triunfadores, los galanes de revistas,
los que se portan bien y les va bien,
los de muchos reconocimientos, trofeos y medallas.

Los que se casan, compran una casa,
tienen hijos y viven una vida fantástica,
ser como los que encajan
y no sentirme una pieza dañada.

Quisiera no estar roto, defectuoso o herido,
para poder disfrutar como los demás

pero esto es lo que he podido lograr,
ser yo mismo, ser real,
aunque me cueste la felicidad.

porque por más que lo he intentado,
por más que lo he deseado,
no podría ser como ellos,

no es mi estilo, no es mi vida,
no es mi camino, no es mi destino,
no se siente bien, no se siente yo.

Y quizá siendo yo, sin talentos,
con defectos, sin ser especial,

tal vez y solo tal vez, alguna vez,
pueda brillar.
Alex G.

jueves, 24 de julio de 2014

ANATOMÍA DE UNA FOTOGRAFÍA

Te vi con él
y lo noté.

En tu sonrisa no leía amor,
más bien resignación.

Cansancio, desdicha,
tus ojos suspiraban fatiga.

La rendición de los juegos del corazón,

Tomaste de la mano
a quien te tratara más humano.

Te olvidaste buscar la chispa adecuada,
te conformaste con un fuego estable.

Ya no estás para miedos,
para que te traten como un perro.

Te vas a lo seguro, lo tangible, lo estable,
dejas lo espontáneo, lo volátil, lo excitante.

La paz de lo permanente
en sacrificio de la guerra de lo fugaz.

No soy quien para decir si tomaste la decisión adecuada

pero...

sin embargo...

si acertaste al fin,
si fuera así,

¿por qué hay tanta tristeza en tu mirada?

Alex García

sábado, 7 de junio de 2014

EN ESCENA

¿Que pasa?
los relojes suenan
y entonces salimos a escena

ahi estas nuevamente...

frente a mi con la mirada arrogante,
lejos de las licencias de mi silueta,
creas con mi espacio un vacio
lleno de rabia e indiferencia

                  pero...

tu pecho te traiciona agitado
y movimientos mordaces
capturan tus ojos y
en breve a tus manos

de pronto vuelves a mi...

el escenario espera,
te acercas, te alejas,
los recuerdos pesan...

fracasas en tu intento de estatua,
la sal no queda con tus lágrimas...

solo nos queda lo improvisado,
tomarte de la mano, darte un beso
               y acabar con este teatro.


Alex G.

ÍCARO

Caricias de mujer,
lágrimas de demonio,
           
                       goce gemelo

Pasiones vestidas de agonía
yacen estrídentes y valientes,
si he de fugarme en tus alas
que nunca caiga la espada

que nunca caiga
desenvainada en mi espalda

    furiosa y latente
    de fuego y chorreante

de vida, de magma,
de miles de estrellas fugaces,

millones de fecundos recuerdos

que disfrazan de alma que depositas en mi vientre.


Alex G.

sábado, 25 de enero de 2014

FRÍO



Este frío se siente tan familiar
como tu amor,
se siente tan cómodo
como tu corazón.

Este invierno me recuerda a ti,
a nuestros olvidos que perdí,
se siente como tú abrigo,
un hielo que me recorre desnudo,

como hogar en un glaciar,
como un mar sin sol,
como juventud marchita,
como un cobijo de nieve,

un desierto enterrado en la noche,
un silencio que grita soledad,
un corazón que intoxica,
un alma que nulifica.

Eres frío, 
eres frío y hace frío,
tanto frío que me siento incendiar,
una escarcha que me consume en cenizas.

Alex G.

sábado, 4 de enero de 2014

HUGO


Padre,
con tus cumplidos,
con tus fallas,
con tus manos arrugadas.

Padre,
con tu andar cansado,
tus dolores de espalda
y tus viejas gafas.

Padre, si se decir padre,
es por preocuparte,
alegrarte, agobiarte,
y seguir adelante.

Padre,
si soy un hijo ingrato,
si soy tu orgullo o vergüenza,
si por mi pierdas la vida o la cabeza.

Padre tan ausente de palabras
como presente en la mente;
un diálogo silencioso y abundante
nos comparte, une y reparte.

Padre, complejo definirte,
sencillo situarte,
en lo profundo del margen
entre el amor y el coraje.

Padre
¿me perdonas?
¿me ignoras?
¿me recuerdas en horas?

Padre tan indiferente,
frío, arrogante, terco,
amable, cálido, perseverante;
tan contrario y tan semejante.

¡Oh padre!
eres mi orgullo y eres mi pena
¡Oh padre! ¡Querido padre!
Te odio tanto como he llegado a amarte.

Alex G.

jueves, 14 de noviembre de 2013

LLORARTE UNA VEZ AL AÑO

Llorarte una vez al año,
decirte cuanto te extraño,
cuanto te adoro, cuanto te amo,
hacerte sentir cuanta falta me has hecho

y cuanto daño has causado
al no tenerte a mi lado,
decirte que sigues siendo el te amo
que nunca le he dicho a nadie jamás;

que eres el único con el que me pudiera imaginar
el resto de mi vida y más
tener hijos, dos o tres;
un perro, un gato o un pez.

Decirte te adoro todas las mañanas
y cocinarte o hacerte de cenar sin falta,
pasear los domingos en el parque
y brindar entre copas cada fin de semana.

Ir al cine o ver la tele acostados
y abrazarte toda noche acobijados,
pasar cada día a tu lado
y contemplarte maravillado

hasta quedarme calvo
o ser canosos y arrugados
hasta tomarnos de la mano
el último día de nuestros días

y partir hacia otro lado,
mi amigo, mi compañero,
mi yugo, mi delirio,
mi principio y mi fin,

mi pareja, mi esposo,
mi razón de vivir,
mi amor,
mi placer y sufrir,

a ti y solo a ti
que ahora no estás a mi lado,
a ti te escribo en la soledad de mi cuarto,
a ti te lloro una vez al año.

Alx

martes, 16 de julio de 2013

Preludio de un amor incinerado.


Te defendí,
te defendí de todos,
te defendí hasta de mí.

Te aferré a mis brazos 
en la noche fría,
bajo la lluvia que latiga.

Pero el peso de los besos,
rindió menos
que el daño de los años.

Una sonrisa que enamora
no arregla una mirada fría y altanera;
un te quiero sincero
no reemplaza hielos y silencios.

Perdí paciencia,
perdiste prudencia,
perdimos camino en el paso,
pasaron a perdernos en la nada.

El amor nos consumió en su fuego,
y en su fuego ardió en esplendor.

Alex G.

miércoles, 2 de enero de 2013

Desacuerdos


En verdad te quería penetrar y no se me paró
es que yo te quería coger
pero tu querías que te hiciera el amor.

Alex García.

viernes, 28 de diciembre de 2012

De las circunstancias que elegimos


Como me hubiera gustado desear ser ingeniero. Ojalá me hubiera gustado hacer grandes cálculos, de mente fría, cuadrada, puras operaciones y trabajos sin ambigüedades, subjetividades ni contradicciones en mi carrera solo resultados exactos y justos. Tener un sueldo desorbitado con el cual comprarme un carro del año, una pantalla de plasma, un iphone y tener de sobra para venderlo, perderlo o extraviarlo y comprarme otro nuevo. Sin preocupaciones por la chamba, de estármela pelando por una base o una plaza en vez de vivir de trabajos por honorarios, por horas o por proyectos mal pagados haciendo de todo menos para lo que he estudiado. Como me hubiera gustado tener palancas unos “papis” metidos en sindicatos, que con tranzas o amigos me hubieran metido en la jugada sin tanto pedo. De esos que trabajan sin saber lo que hacen, que hacen un mugrero o de mala gana y les vale madres pues como quiera les pagan,  ya están dentro y no los pueden sacar. Como me hubiera gustado desear estudiar en donde he nacido tener una madre todas las tardes que después de clases me sirviera un plato de comida en vez de estar probando el de tantos lugares baratos o de hacerla yo mismo cansado y hambriento, tener mi ropa limpia y planchada; tener una casa ordenada sin la molestia de hacerlo yo mismo, sin necesidad de pagar una renta por un techo donde dormir y vivir de estudia-hambre sin necesidad de darme cuenta de todo lo que cuesta o todo lo que vale. Si me gustaran todas las superficialidades los chismes baratos y estúpidos de los famosos o celebridades y creer que es lo mejor salir en televisión, que me gustara el futbol como cualquier mexicano y pasarme horas disfrutando de ver una pelotita correr por todo el campo.

Y aquí estoy pobre, cansado, sin tiempo, estancado pero sigo adelante no se porque. No hay garantías de un futuro mejor. No hay nada asegurado y tengo muchos problemas encima pero sigo lloro y sonrío. Pese a mis desgracias soy algo feliz no se porque.

Alex García.