martes, 2 de enero de 2007

YO CREO

Yo creo en el amor:

En el amor a un hijo abandonado,
en el amor a un padre distante.
En el amor a una mujer violada,
en el amor de la familia disfuncional.

En el amor después de la infidelidad,
después de la traición,
después de la frustración,
después de la desesperanza.

En el amor tras una noche de pasión,
en el amor a un buen alcohol.
En el amor aun casados,
en el amor ya separados y mas aun divorciados.

En el amor cuando los hijos se fueron,
en el amor entre ciegos.
En el amor de verano aunque sea en enero,
en el amor de ancianos y de pubertos enamorados.

En el amor al sexo,
en el amor con sexo
y también con condón,
en el amor a la masturbación.

En el amor platónico, socrático y daltónico;
en el amor a un buen cigarro,
a una buena tocada
y al sonido de la guitarra,

En el amor con y sin Dios,
en el amor de mas de dos.
En el amor eterno,
aunque solo dure 100 años o menos.

En el amor a un descanso en el cielo,
en el amor a la reencarnación.
En el amor de gays y abogados,
y de un buen solitario.

En el amor del sol por la luna,
en el amor de una partida de ajedrez
sobre todo si es con Marx o el diablo,
y sobre cerveza disputamos.

En el amor promiscuo,
también en el de ganas mojado.
En el amor a las frases en arena, ladrillo o hielo;
en el amor al misterio y de vivir en el extremo.

En el amor al dolor masoquista,
el exhibicionista playero,
al placer fetichista;
en el amor al id, al ego y a Freud.

En el amor a la tristeza, la felicidad y la paz;
en el amor a la vida, a la muerte,
y a la vida después de la muerte,
en el amor al amor.

En el amor a los besos,
en el amor al viento,
y a los finales abiertos.

Pero sobre todo creo,
en el amor que te tengo.


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