miércoles, 6 de mayo de 2009

EL INFIERNO VII


Cansado pero ¡ahí estas! ¡ahí sigues! ¡¿En que crees que vaya a acabar?! Sigues esperando que llame, cuando sabes que no lo hará; sigues añorando un mensaje, que no llegará; en silencio soñando que pase algo, lo inesperado, que cambien las cosas, que te cambie la vida. Dices estar avanzando pero sigues sin dar un paso, mirando atrás. Hablas como lo hace un anciano sobre su vida, sus recuerdos, que se ha quedado viudo y solo vive del pasado, de sus muertos, de lo feliz que era, en espera de morir también y que con ello se acaben sus penas y sus fantasmas. Soñando con el rescate de la incertidumbre, un grito de auxilio. Y bien sabes que la posibilidad es una palabra que solo existe en la fantasía. ¡Tu problema es que naciste con esperanza! Un defecto de nacimiento ¿que se le va a hacer? Que sujeto mas desagradable eres. La lástima es demasiado para ti, ya nos tienes hartos con tu martirio, mejor dinos ¿en que va a acabar todo esto? ¿Cual es el final? No lo sabes ¿no es así?, siempre te dio terror los finales ¡y como no! El final es el único poseedor de la verdad. Y tu hijo mío has sido un fracaso para cerrar ciclos, para ser sincero con todos, contigo mismo para llegar a la verdad. Viviendo de mentiras con las que te ciegas y cometes el mismo error, bien dicen que los que no aprenden de sus errores están condenados a repetirlos ¡Ay si serás piedra, Pedro! ¿Que no ves que ese miedo a lo que tu tienes no es ver morir un amor que tu anhelabas, sino el comienzo de uno nuevo? Es muy fácil para los que ya no creen en un futuro mejor acostumbrarse a lo que tienen, a lo que han dejado, a lo que son; tienen miedo del cambio de quedarse solos, cuando en realidad ya lo están. El amor nunca se va de tu lado, solo cambia, se transforma a veces sin que tu lo notes y otras tantas de formas que ni tu te imaginabas, lo que perdemos siempre retorna de manera inesperada. El amor juega su suerte en el azar.

Tienes miedo Pedro, tienes miedo de avanzar, de seguir, de no mirar atrás, de olvidar, de encontrar algo que te sorprenda, algo mejor. Vives creyendo que lo que tienes es suficiente, que lo que has encontrado basta, que estás conforme y satisfecho. Y eres culpable por eso, eres culpable de hacer del dolor placer, culpable de disfrazar la miseria en abundancia, culpable de enmascarar la conformidad con gratitud, culpable de quedarte en el camino como estatua de sal. Dices ser humilde en el amor, pero no pasas de mediocre. Sabes que puedes dar mas de ti, sabes que puedes exigir mas, pero te aferras al pobre lugar en el que te encuentras; quedándote hasta el final, haciéndote el mártir ¿que no ves que no lograrás mas allá de un final fatal? ¡Que no tiene caso! Pues no lograrás nada construyendo una historia llena de miseria que será olvidada, como todo desperdicio, se irá a la mierda. Así como las olas borran las huellas en la arena, así como el sol seca las gotas de la lluvia, lejos de ser santificado o glorificado por tu sacrificio, por tu entrega fiel y leal, serás olvidado; ya aprenderás del amor con el que tanto te justificas que solo hay una cosa segura en el y esa es que te cambia la vida, nunca vuelves a ser el mismo, te conviertes en otro.

No temas hacerte grande y buscar cosas mejores. La resignación no es rendición, la resignación no es derrota, la resignación es cambio, la resignación es dirección. Busca la dicha hijo mío no te des por vencido, lejos de alimentar la vanidad de aquellos que solo vacían tu alma. El verdadero amor cuando se da no se pierde, se multiplica en los corazones. No regales tu corazón eso no es amor, mejor compártelo. Encontrarás maravillas como jamás antes viste, descubrirás que la felicidad no es dolor, vivirás momentos eternos, sentirás como se llena tu espíritu de plenitud y probarás la grandeza del cielo. Solo entonces entenderás que aquello que hoy te parece imposible siquiera de imaginar es un hecho, una realidad. Y ahora que la culpa no te ahogué, ve y pídele perdón a tu corazón que tanto daño le has hecho, se honesto contigo mismo y purifica tu espíritu del poco valor que le has dado, sigue tu camino hijo mío que aun queda mucho por recorrer.


Lex

1 comentario:

  1. Te vi, te vi en un escenario, con un fondo negro a tus espaldas y en tu ropa. Ojalá y se me cumpla, me retiro, besos.

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