DE POLÍTICAS EN EL AMOR

Te ofrezco un corazón lastimado,

herido y con penas desde hace rato.

Pasar las noches en vela

desde largas peleas hasta grandes orgasmos.

Te garantizo la ansiedad que generas,

mis manos sudorosas y mis pesadas cadenas;

el insomnio de pensarte constante

y el madrugar por tenerte a mi lado.

Te cedo los terrenos de mi alcoba

un sitio seguro en mi cama,

las sabanas arrugadas y manchadas

de noches sucias y solitarias lágrimas.

Te invito a ir a la playa,

capturar tu mirada virginal penetrada,

mostrarte el mar donde se refugia la luna

y la arena que el sol barre en las mañanas.

Te dejo que me lleves a explorar tus montañas

a jugar con la nieve aunque muera de frío

con que tus sueños cumplidos me calienten

haré de tus caprichos mis placeres.

Te prometo promesas y muchas palabras,

algunas rotas y un par de olvidadas

pero recompensarte con méritos las incumplidas

y que cada te quiero se demuestre con hechos.

Me ofrezco a estar siempre presente

aunque pasen semanas de viaje o sin verte,

aunque yo esté molesto y tu decepcionado

siempre estarán abiertos mi alma y mis brazos.

Me comprometo a pedirte perdón

cuando te haga daño por ignorante en el amor

por torpe al expresarme o por tosco al tocarte,

pero sobre todo por temor de perderte.

Te propongo al día desearte mil veces

y contenerme novecientas para no sofocarte.

Ser paciente en la espera de tu respuesta

y comprender tus negativas sin protesta.

Te obsequio mi escucha aunque sufra de amnesia,

mi atención aunque no disponga de interés,

mi cariño aunque carezca de sentido,

mi corazón aunque tenga miedo de salir herido.

Te aseguro tenerte de amigo, de novio y de amante

en mis sueños y en mis pesares

en tus canciones, en mis poemas y en el aire

incluso si como enemigo he de tomarte.

Te regalo mi mundo y mi vida

disfuncional, contradictorio y complejo.

No es mucho y en nada perfecto

pero es todo lo que tengo.

Lo que no te otorgo

es que esperes que te olvide

o que alguna vez desista

de quererte sin reparo

de reparar con un te amo.

Alex García