Son mis caprichos como niños,
tercos e inmaduros
gobernando entre penumbras mis entrañas.
Y la incertidumbre una bruja vieja
llena de rumores inconclusos,
sabiendo de grandes verdades,
se ensaña en pequeños falsos.
Si soy un enamorado enfermizo
es porque como todo adicto
el nexo a su fetiche es infinito.
Y como todo pecador
no hay mejor tentación
que un amor infiel
al ocaso de un verano.
Quiero besarte,
tomar tus labios mentirosos
que me abrazan
mientras dicen que amas a otro.
Quiero tocarte,
nadar entre tus ojos exquisitos
que me excitan
sembrando en mi piel consuelo.
Aunque en aguas cueste caminar
prefiero una honesta mentira
que morir ahogado en tierra firme
con un deseo y un hubiera.
The Dandy Alex