A veces el esfuerzo no es suficiente
y dejo que tu ausencia llene mi habitación.
Solo me queda bailar y no prestarle atención
encerrando tras los párpados un dolor alucinante.
Sigo sonriendo y sigo negando,
aunque en el fondo me sigue doliendo.
Ceden las lágrimas que terminan pesando
un fuerte silencioso y rezagado llanto padeciendo.
Hoy quieres ser olvido con un grito suplicante
agonía de un abrazo vacío eterno e insoportable.
Mañana serás recuerdo incómodo y avergonzante
memoria de una noche fría, breve y vulnerable.
Pero esta noche te dejo que me arrastres
un amor arodillado ante un espejo solitario
suplicando que vuelvan tus pupilas a tocarme
acaricies mi mejilla entre tu pecho templado.
El dolor está de fiesta
liberado hace banquete
para luego ser encerrado
en la sonrisa de siempre.
Aún duele...
The Dandy Alex